Si hay algo que jamás pensé decir; es “Ojalá nunca te hubiera conocido”, desde aquella primera vez, desde esos primeros días que nos acercábamos con ese dulce e inocente coqueteo.
Tocando el corazón, sentía tus labios besar apasionadamente los míos, tus brazos me acercaban fuertemente contra tu pecho, pensé que eras mío cada vez que hacíamos el amor y susurrabas mi nombre.
¿¿¿Donde te perdí???
Tú hacías que cada momento contigo sea perfecto, tú hacías que yo dedique mi vida a hacerte feliz olvidando que yo también quería serlo, tú me atrapaste en tus dulces palabras y yo olvidaba el mundo entero, tú siempre ocupabas el lugar más privilegiado para mí mientras jugabas con mis sentimientos.
Por ti cambié, no sé si para bien o para mal, pero el tiempo me permite hoy; ver que cada lágrima tuvo su fundamento y cada sonrisa hoy es una decisión.
Hoy creo que la mejor manera de amar es con los ojos abiertos, porque al amarte los cerré pensando ingenuamente que tú y yo podríamos llegar a ser algo más que esos amantes ocasionales, no podía ver todas tus mentiras, estaba ciega y tú encontraste la forma de burlarte de mi amor y mí cariño.
Qué pena que hayas apostado a ganador toda mi confianza, porque la perdiste
Sólo me pregunto:
¿¿¿En qué parte de tu inclemente tiempo, me dejaste ir???
Inspirado en ellos y aquellos que no saben amar…