Yo, a lo largo de mis años, pensé muchas veces cómo sería mi vida a futuro, pero jamás imaginé llevar por dentro este amor, este sentimiento fue inimaginable, que domina y arrasa con todos mis sentidos.
No te conocía y me regocijaba imaginando tu rostro, tu piel, el deseo de conocerte estaba por encima de todo y cuando llegaste, no dejabas de mirarme y yo de admirarte, era yo tu mundo y tú mi universo.
Disfruto de tus sonrisas, de tus palabras, de cada uno de tus gestos, de tus besos y caricias, eres verdaderamente un gran ser humano y mi gran amor.
Qué maravilla no? Compartir nuestras vidas, coincidir.
Fue lo mejor que me pasó en la vida.
Sí! En mi vida…
Sé que me dices siempre que se debe decir “lo mejor que me paso hasta hoy” porque la vida sigue, pero insisto “eres lo mejor que paso en la vida”.
Atento a prestar ayuda a quién lo necesita, capaz de compartir con otros hasta tu vida misma, desarrollando ingeniosamente mil formas de enseñar a los demás tus conocimientos, sin egoísmo, con el único afán que aprendan, compartiendo, incapaz de herir o lastimar, justo, honesto, libre para pensar, libre para sentir, leal en acto y palabra.
Exquisito para sentir, sensible y fuerte, sincero. Tú eres amor y eres parte de mí, lo que engendré con el amor más puro que existe y eres ese sustento en mi vida y ante Dios.
Gabriel eres valioso, especial, único, no importa si algún día debes partir para seguir tu camino, con tus ideales, tus sueños y proyectos, sigue tus principios y valores, que la vida sabrá recompensarte.
Te adoro hijo, la vida, ni 7 vidas más me alcanzarían para decirte lo orgullosa que estoy de ti, lo feliz que me haces, la dicha que siento cuando estoy a tu lado, eres digno de la consideración y del respeto porque siempre serás tú mismo, auténtico como hoy.
Con infinito amor…
Mamá