Hace 3 meses y días que me internaron en la UCI, gracias a Dios salí de ahí, hoy estoy viva, estoy bien, recuperándome progresivamente.
No comprendía en ese momento como la vida podía cambiar de un día para otro, como el miedo por instantes; podía ganarme esa batalla.
Había frío y vacío en aquél lugar, ¿cómo puedo continuar? Sí todo acaba y no había más…
Dicen que los 30’s es la mejor edad de las mujeres.
Dicen que los 30’s se viven intensamente y las sensaciones son incomparables.
Dicen que nos ponemos más interesantes y nuestras experiencias son mejores.
En fin… siempre algo se dice… el hecho es que nunca fui tan consciente de mi existencia como hoy, tan dueña de mis decisiones, de lo mucho que disfruto cada momento en este mundo y en mi vida.
Descubrí que soy importante para las personas que quiero, quizás no tengo grandezas, pero lo que tengo es invaluable.
Descubrí que soy un ser humano sencillamente valioso, con aciertos y desaciertos, que puedo permitirme ser libre, de ser como yo quiero, de aceptarme como soy.
Descubrí que cuando miro atrás ya no me entristece el pasado, porque mientras lo hago puedo seguir sonriendo…
Descubrí que ha valido la pena cada paso que he dado, que he asumido con mucha responsabilidad las adversidades, los retos y asumo con la frente en alto mis errores.
Por eso cada día recuerdo a mi abuelo cuando me decía:
“La vida es muy corta, es un arte y oficio saber vivirla, cuando lo comprendas quizás ya estés vieja y ya no te quede mucho tiempo para hacerlo”