PALABRAS DEL SILENCIO

Lo que lo hace especial son sus sentimientos honestos y pensamientos básicos de el amor y el enamorarse, y de alguna manera; me recuerda a mí…

Era un amor improbable y ese súbito e irresistible deseo de compartir lo intenso de nuestras vidas, detuvo mi corazón por un instante, ese instante que quise eternizar.

He tenido el honor de haber sentido amor en mi vida, pero esa noche lo hice con todo mí ser, con el alma y la piel, hasta el punto en el que estar con él; ya hacía todo suficiente y confieso que lo ha sido.

Nos conocíamos hacía mucho, pero apenas nos conocíamos y ya la vida hilaba minuciosamente ese encuentro.

Su cuerpo estaba sobre mí, el fuego de su piel arrancaba mi calma, el cielo existía y era nuestro, qué fascinación, ya no tenía que cerrar mis ojos para imaginarlo, el amor tenía ojos maravillosos, intensos, tenía entrega, pasión, ternura, dedicación y mucho respeto, estaba entre sus brazos y amanecí en ellos.

Se integró a mi vida como una llama, veloz y repentino, brotando en mi corazón la esperanza.

Dicen que una sola vez en la vida uno ama, no me consta, pues he conocido “el amor” en diferentes facetas.

Alguna vez sentí amar hasta los huesos, sin embargo fue un amor, ciego, egoísta, tortuoso, inmaduro, incluso violento.

Quizá también sentí amar un espejismo, y terminé con el orgullo herido, pero me quedó la satisfacción de haberle dado siempre lo mejor de mí, lo que me hizo vivir con la mente tranquila el tiempo que duró.

Dice que uno cuando se enamora inevitablemente alguno termina sufriendo, ¿cómo saberlo antes? ¡si no estuvimos juntos! ¿Quién quiere regresar al dolor? toda historia de amor, tiene un final diferente y con razones y decisiones distintas.

Yo qué proclamo libertad!!! me pregunto:

¿Por qué no arriesgamos a sentir ese maravilloso cosquilleo en el estómago? ¿Esa falta de aire cuando estamos cerca? ¿Esa ilusión que recarga de energía tu vida cuando te enamoras?

Tener y sentir el amor nuevamente, decir es mío, es nuestro, debe ser genial.

Porque las veces que yo lo vi llegar, sentí que ya no existía en esta tierra, ese momento cuando me sonreía y no me importaba nada más que disfrutar de su alegría.

Su presencia era eso que me invitaba a sentir más, inspiraba mi curiosidad, despertaba mis sentimientos de ilusión, encendía mis ganas…

Así es que no será fácil, ¿pero será difícil enamorarse?

Cómo se pueden frenar los sentimientos, cuando la ilusión va rondando al corazón, pienso que esto debe ser así, como todo en la vida; que nos pone todo tipo de pruebas en la ruta, dónde tenemos que echarle ganas  a cada día, a los estudios, a nuestras metas, al trabajo, y hacemos todo por conseguir el éxito en eso, ¿porqué no pasa lo mismo con el amor ó en dejarnos enamorar?

Porqué te alejarás?

Le pregunté nerviosa y confundida

Es lo mejor!

Me respondió sin sentirlo y sin mayor explicación se fue con brillo en sus ojos

Seguí mi camino,

Y encontré el amor, lo más lindo de mi momento, empecé a sentir emoción

Regresé amor,

Porque el tiempo me hizo entender que eras para mí, porque te amo

Porqué ahora!

Si no supe más de ti cuando más te necesitaba y te amaba

No es tarde,

La ausencia no importa, regresé por ti, para siempre, volveremos a reír, nos volveremos a amar, caminaremos juntos de la mano, eres el amor de mi vida, te cuidaré y nuevamente seremos felices

No soy la misma,

Me dejaste, te esperé y te recé como si fueses Dios, le cuestioné tu ausencia porque tú eras lo mejor que yo tenía en mi vida

Te necesito,

Fue un error, pues sabía que al dejarte tú podrías rehacer tu vida y no quiero perderte

Y así fue!

Hoy soy feliz, con mi propia historia de amor

No entiendo,

Si preguntaste nerviosa y confundida cuando me fui

Y te fuiste,

Diciendo “es lo mejor” y en silencio yo llore por ti

Ese momento llevaba tu nombre… hoy no recuerdo cómo te llamas

Sabes bien que a ti no puedo mentirte; porque es tan profundo esto que yo llevo en el alma, que sería absurdo, nadie podía conocerme tanto en tan poco tiempo como tú.

Es verdad, yo te amo, yo te amaba en silencio, yo misma no puedo imaginar cuanto, sólo lo siento, siento como recorre al igual que la sangre por mis venas.

Has sido ese primer eslabón de una cadena infinita de sentimientos, emociones, ilusiones y mucho más.
Yo tuve de ti lo mejor, siempre lo dije y lo sostengo, entre eso tu paciencia y amor, ese amor desinteresado y espontáneo, ese amor que alimentaba y nutría.

Me escuchaste tantas veces, otras sólo me observabas en silencio, muchas otras con energía participabas, a veces sólo bastaba tus gestos y tu mirada para saber qué me querías decir, aprendí todo y mucho contigo, tu constancia era ese aliento para ser mejor día a día y tu compañía a tiempo completo, presente en el alma, en la mente, en la piel, qué más podría pedirte.

Sabes, nunca antes me sentí tan segura y fíjate, hoy sin ti soy tan vulnerable, más aún cuando olvidé completamente que cosa era “confianza" y confié en ti ciegamente, porque contigo fui yo misma.

Mucho y poco tiempo a tu lado, hoy siento como nuestro tiempo se acabó y no encuentro la manera de poder confesarte que no era cierto cuando yo de manera natural decía que sabía que algún día partirías, imponiéndote mi imagen de mujer fuerte; ante eso que hoy está apagando lentamente todo mi ser, pero era mi manera de no hacer triste nuestro momento, de no gastarnos en pensar que llegaría, de no verme partir, no tenía valor, no quería perderte, porque te adoraba con coraje.

Hoy no concibo continuar sin ti, si cuando discutíamos y nos alejábamos un poquito, no lo soportaba, y sé que tu tampoco, siempre uno y por puesta de mano, terminaba cediendo, sólo por vernos otra vez y estar bien.

Hoy, nada deseo más que tener facilidad y libertad para seguirte, para buscarte, y me destruye saber que no puedo, que te amo demasiado como para hacer algo que pueda complicarte o lastimarte.

Mi amor, aquí dolida y aún con lágrimas en los ojos admito que me arrepiento de aquellas veces que sólo necesitabas que yo te diga que en mi vida no había nadie más, que tú eras dueño de mi amor, me arrepiento de todo los planes que no llegamos a concretar, de esas veces que no pudimos dormir juntos, de esos momentos en que pude quedarme perdida en tu mirada, de acariciarte, abrazarte, sentirte, besarte, de no reprimir mis ganas y mis palabras.

Cómo no necesitarte, cómo no extrañar asomarme a la ventana para verte llegar, de tus bromas y ocurrencias, cómo no extrañarte ahora.

Te amo, te amo con un amor desinteresado, te amo aún sabiendo que ya no puedes amarme, te amo callando, te amo esperando y por sobre todo lo que siento quiero que estés bien, donde estés.

Porque contigo el amor es todo, porque nunca fue indispensable el lugar, porque no tomamos en cuenta el tiempo, porque tuvimos mil formas de demostrarnos amor.

Si hoy pudiese pedirle algo a Dios, le diría que yo no quiero extrañarte, no quiero esperarte, no quiero fingir, no quiero recordarte, pensarte, llorarte, no quiero más ausencias, le pediría sólo que me permita estar contigo para siempre.
No sé si Dios me escuche, porque tenemos un ángel en el cielo, porque quizá no fui buena hija, pero si tú puedes hablarle, si a ti aún te escucha, por favor dile que estoy muriendo de pena, que mi último y gran deseo es todo lo que aquí te confieso; por haber compartido una parte de mi vida a tu lado, en tu compañía.

Dile que no soy mala, dile que nunca sentí un amor tan profundo, cuéntale que fuimos felices, coméntale que nunca dejábamos de reír, convéncelo que con tu amor volví a nacer, suplícale que sólo necesito saber que estás bien, dile por favor que al perderte he pagado mis errores, dile que este amor inmaculadamente puro que yo siento por ti merece ser retribuido, que necesito renacer, dile que acepto todo si el resto de mis días vuelven a ser en tu compañía.

Por favor dile a Dios que aún te amo…

Él tomó su mano disimuladamente tratando de colocarla en la parte más ardiente, tensa y abultada de su cuerpo, entre tanto la recorría de caricias deseando desnudarla.

Sus labios de Micaela mordían con pasión y su apetito retumbaban en los vidrios, el deseo alimentaba la hoguera de la desesperación… ambos buscaban su sexo, las caricias venían siendo extraordinariamente lujuriosas…

La noche venía siendo perfecta! Sí! Pero no inmaculada, cualquier sitio es ideal, la creatividad puede sorprender en cualquier lugar, pero no hay mejor reino para culminar que la cama…

Sus labios iban devorando el cuello de Micaela, mientras ella sentía la tersura de sus dedos y se sorprendía de cada terneza imprevista por él.

Sebastián, colocó sus manos anhelantes sobre sus hombros, impidiendo a Micaela continuar, sin comprender si quiera como se transformaba su imagen caballerosa a su salvaje instinto animal, si el delirio venía siendo desenfrenado.

La tomó nuevamente entre sus brazos, mordiendo sus labios, con la mirada firme en sus ojos y susurró:

-          Me tengo que ir (a modo de cuentagotas).

Se despidieron, bajaron del auto y conectaron sus miradas otra vez… Vuelvo a insistir, la noche venía siendo perfecta… Micaela no le diría hasta siempre, Sebastián tampoco le diría adiós… él le dejaba con su cuerpo aún trémulo y pero se fue llevando entre sus piernas lo tenso de su decisión…

No se conocían, sin embargo sin buscarlo en algún momento coincidieron y de ese encuentro algo nuevamente quedó pendiente… algo, que los hiciera coincidir una vez más…

                                       Pd. Sé que esta historia continuará…

¿Sabes cómo se cortejan los pingüinos?

El macho trata de seducir a la hembra y convencerla para que forme pareja con él, le hace juegos con su cuerpo para enamorarla, pero fundamentalmente para conseguir la aceptación de la hembra, le pone un caminito que la conducirá al amor, un camino de piedritas, que él va construyendo hasta la entrada de su nido, cuando ella se enamora, lo amará toda su vida y claro!  Él a ella…

Esta vez no… Otra vez no!!!

Yo te amo, te amo, pero ya no te creo.

No te puedo creer, aunque todo esto sea muy lindo, muy mágico, especial, inolvidable, yo soy de carne y hueso, llevo sentimientos en mi ser, no quiero soñar con el amor, quiero vivirlo, quiero tener el amor, quiero poder decir que es mío, que es nuestro.

Sí! te extraño y cuando te lo digo; respondes “Ya estoy aquí” y es cierto, estás, te tengo aquí en el lado derecho de mi cama, pero qué, ¿qué pasará al despertar?, dentro de unas horas, ¿qué pasará después del amanecer?, ¿qué pasa después que te vas?, ¿qué pasará si alguien te pregunta por mí… le dirías que me amas?.

No, no te creo, ya no te quiero creer, no te puedo creer, sé que te amo, pero quisiera poder olvidarme de eso, no saber qué significa, olvidarme a propósito, tener amnesia voluntaria.

Ya no me preguntes si te amo… Ya no te preguntes si te amo… Ya no importa si te amo o no.

Te amo, claro que te amo, y debo pedirte perdón, pero ya no quiero sufrir más, te juro que no quiero sufrir más, no quiero seguir buscándote, no quiero seguir perdiéndote, porque cada vez que te tengo aquí, conmigo, cada vez que hacemos el amor y me dices “eres mi mujer, para siempre”, cada vez que pienso que va a ser para siempre, te me escapas, te vas, no sé si mañana me hablarás, si me responderás, si regresarás, y este dolor de no saber se vuelve recurrente, sé que regresarás, pero también sé que cuando te tenga sentiré miedo de cerrar mis ojos y cuando los abra ya no estés, pero esta vez no… Otra vez no!!!