Pase por tantas cosas como la de un amor que parecía dibujar promesas en la arena, de aquellas; que se borran con el pasar del tiempo ó con el venir del mar… Por ello mi amor, hoy por hoy, lo declaro en persona y lo escribo día a día en mi corazón esperando compartir con esa persona un gran amor… En mi orilla se dibujan emociones, no es que muera de amor, simplemente muero por sentirme amada…
Aquél lunes al entrar en la unidad de cuidados intensivos, corría el riesgo de dormir y ya no despertar, entonces recapitulé cada segundo de mi vida, le di gracias a Dios porque en esta vida te encontré en mi camino…
No te esperé… No te imaginé… Sólo soñé…
Llegaste! y en tus manos traías la oportunidad de hacerme feliz, y lo hiciste sin miramientos ni reparos.
Hay algo entre nosotros que nunca va a cambiar, nunca!
No tiene que ver contigo; ni con lo que tú desees o hagas, no lo puedes controlar.
Tiene que ver conmigo y cómo me siento contigo y yo tampoco lo puedo controlar.
Es buenazo ser amigos y si nos damos más, más feliz!!!!
El tiempo no debemos contabilizarlo, pues nos conocimos y llegamos a un nivel en el que siempre estaremos, sin tiempo, sólo siempre.
Y es que cuando estamos juntos; ni tú ni yo somos nosotros, somos algo más, algo de la vida, lleno de vida, lleno de intensidad, llenos de energía que trasciende y que transmuta en felicidad.
Cuando estamos juntos no tenemos tiempo ni cuerpos, estamos fuera de nosotros al entregamos.
Sé que me guardarás un atajo, será como la espuma pero más compacto y nutritivo.
Sé que te guardaré un atajo, será un rojo escarlata en cama de esperanza.
Hoy puedo repetir que te amo, que esto es nebuloso pero mágico, pues sigo despertando con este amor siempre en mí, con la delicia de tu sensualidad y con la ansiedad de esa locura cuando te tengo cerca.