Pase por tantas cosas como la de un amor que parecía dibujar promesas en la arena, de aquellas; que se borran con el pasar del tiempo ó con el venir del mar… Por ello mi amor, hoy por hoy, lo declaro en persona y lo escribo día a día en mi corazón esperando compartir con esa persona un gran amor… En mi orilla se dibujan emociones, no es que muera de amor, simplemente muero por sentirme amada…
Aún tengo noches sin dormir, algunas veces sucedían casi sin apreciar el tiempo que pasaba dormida durante el día.
Y en ese encuentro nocturno estaba pensando en la soledad de mis tantas noches, pensando y otras llorando, gritando por dentro en no acabarlas soñando otra vez, para luego despertarme vacía… A mi juicio, quién no duerme con la noche, en principio, tiene algo escondido o que le inquieta… y es en estos casos donde pienso en Alexander…
Y volví a pensar y sentir que el pasado era sólo eso, pasado…
¡Llegó él! ¡Llegó Alexander! mirando, eludiendo, hablando, enmudeciendo, trasnochando, despertando, riendo, añorando, dudando, preguntando, sintiendo, aguantando, descuidando, olvidando, pensando, imaginando, soñando, esperando, abrazando, coincidiendo… empezando…
Esas noches en blanco de soledad, acabaron cuando Alexander se manifestó en mi vida, me convencían de él cada día en mí… convenciéndome por él, porque quería creer que podía ser, y que sí podía. Como nunca disfrutaba de lo que nunca había disfrutado…
Ese cariño, ya era más fuerte, yo lo quería cada día más, y él no sabe cuánto, y sabía que él sentía por mí algo especial también. Ni siquiera nos conocíamos tan bien, pero había algo muy importante, yo confiaba en él, había vuelto a confiar en un hombre y en un amor y para él yo no le era indiferente.
Cuanto más lo pensaba, más cerca lo sentía, sentía que ahí me quería quedar, que mi sitio estaba a su lado, y sorprendentemente allí estaba él, por donde tantas veces había estado y había pasado…
Esas otras tantas noches, hablando con Alexander por el Messenger, el corazón no dejaba de manifestarse con fuertes palpitaciones… Él me aceleraba el corazón con cada una de sus palabras…
“No hay amor que sea amor si no es con lunas llenas, pienso, fue con una de esas que nos dimos el primer beso… y esa noche no dormí…”