Pase por tantas cosas como la de un amor que parecía dibujar promesas en la arena, de aquellas; que se borran con el pasar del tiempo ó con el venir del mar… Por ello mi amor, hoy por hoy, lo declaro en persona y lo escribo día a día en mi corazón esperando compartir con esa persona un gran amor… En mi orilla se dibujan emociones, no es que muera de amor, simplemente muero por sentirme amada…
Creo que nada fue tan real, como el día en que sin pensarlo dos veces me entregué a él, como todos los viernes que pasamos juntos, como los fines de semana en la playa, como los amaneceres, como sus ojos y sus manos.
Convencida que de mi memoria jamás podré borrar tantos instantes; tantos momentos, cuando me abraza, me observa, me habla, me acaricia, me siente, me cuida, me besa, esos instantes que yo quisiera eternizar…
Llegó en el momento que necesité tenerlo… no lo busqué y me encontró…
Lo quiero mucho, no sé si él también, si más o menos, pero me queda la satisfacción que sigue aquí conmigo. Hoy no me interesa nada más, mañana no sé.
Así lo quiero… así me gusta, menos novio y más amante… más atrevido y menos tímido, con su rico toque de engreído y al mismo tiempo esa actitud avasallante.
Así lo quiero con su encanto y sus ataques de silencio, me enamoró en un instante, más cuando realmente llega a sorprenderme.
Así lo quiero, como llegó, porque no sabe cuanto alegró mis días, porque sí sabe que no miento…